Aide Oviedo, una migrante colombiana y madre de cuatro niños, que forma parte de la caravana conocida como “Viacrucis Migrante”, que partió de Chiapas el mes pasado, ha instado a las autoridades mexicanas a brindar un acuerdo humanitario. Esta solicitud surge en respuesta a las difíciles condiciones en las que viajan, especialmente para más de 200 niños y niñas que forman parte de la caravana y cuya integridad física y salud se ven comprometidas durante el trayecto.

“Es necesario un acuerdo humanitario, especialmente para los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos. Queremos que al menos se nos permita continuar adelante en esta caravana”, expresó Aide Oviedo.

El fin de semana, la caravana se dividió en dos grupos, con uno de ellos permaneciendo en Santo Domingo Ingenio y el otro grupo mayoritario en La Venta, donde pasarán el domingo antes de continuar su viaje hacia la frontera norte del país el lunes.

Para muchos de estos migrantes, esta caravana representa un segundo intento de alcanzar Estados Unidos en busca del sueño americano. Aide y sus hijos fueron deportados desde Torreón, lo que ha generado retrasos y dificultades económicas en su viaje.

“No poder viajar en autobuses supone un riesgo, no solo para la salud debido al sol y las altas temperaturas, sino también para los niños, que se ven expuestos a viajar en los vagones de tren”, comentó Roque Altamirano, agente municipal de La Venta.

Altamirano destacó la importancia de comprender la necesidad de estas personas migrantes y la urgencia de implementar condiciones que no pongan en peligro sus vidas ni las de sus hijos.

Se espera que la caravana avance por el Istmo de Tehuantepec hacia la capital de Oaxaca y posteriormente hacia la Ciudad de México en los próximos días.