En medio de las crecientes protestas en todo el país, más de 800 trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) en Oaxaca han decidido unirse al paro nacional en rechazo a la reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Este movimiento ha llevado a la toma de oficinas y edificios en varias localidades del estado, incluyendo la capital, San Bartolo Coyotepec, y Salina Cruz.

Las instalaciones del PJF que han sido ocupadas incluyen los juzgados ubicados en la avenida Juárez y la avenida Independencia en Oaxaca de Juárez, así como las oficinas en San Bartolo Coyotepec y Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec. A pesar de la suspensión de labores, se informó que las sesiones, audiencias y diligencias programadas para los días del paro conservarán su validez legal.

Paulina Vásquez Pacheco, secretaria del Tribunal Colegiado de Apelación del Décimo Tercer Circuito del PJF, declaró que las protestas y el paro nacional responden a la percepción de que la reforma propuesta por el presidente es perjudicial para los derechos laborales de los trabajadores, calificándola de “regresiva y destructiva”. Vásquez Pacheco señaló que el dictamen de la reforma del Congreso de la Unión no consideró las opiniones de los trabajadores, lo que, según ella, demuestra que los foros y conferencias organizados al respecto fueron una “simulación”.

Uno de los puntos más controversiales de la reforma, según los manifestantes, es la eliminación de la carrera judicial de oficiales, actuarios y secretarios, un sistema de mérito que permite el acceso a cargos de juzgadores federales. En Oaxaca, el paro afecta a varias oficinas en San Bartolo Coyotepec, la capital, y Salina Cruz, con alrededor de 800 trabajadores sumados a la movilización nacional.