Una caravana de migrantes, conocida como “La Roca de Dios”, se encuentra en condiciones precarias después de haber recorrido las carreteras del Istmo y la Costa de Oaxaca. Alrededor de 800 personas ingresaron al territorio oaxaqueño el pasado 25 de agosto, pero tras dos semanas de caminar en medio de dificultades, han llegado diezmados al entronque de Santa María Huatulco y Santa Cruz Huatulco. Actualmente, los migrantes duermen bajo un puente, donde fueron sorprendidos por fuertes lluvias.
“Nadie nos quiere dar alojamiento. Ayer nos engañaron al ofrecernos un espacio para dormir, pero fue una mentira de un señor que dijo ser delegado de paz. Nos quedamos sobre la tierra mojada bajo ese gran puente”, denunció Susana, una migrante venezolana.
A lo largo de su trayecto, han enfrentado la negativa de diversas autoridades locales, como en Tehuantepec y Salina Cruz, que se han rehusado a facilitarles espacios para descansar. A pesar de los informes dados a las autoridades migratorias, que aseguran estar acompañando a la caravana, las condiciones continúan siendo difíciles para los migrantes.
Este domingo por la mañana, tras una intensa lluvia, los miembros de la caravana aprovecharon para secar su ropa bajo el puente conocido como crucero de Huatulco, antes de continuar su trayecto. Se espera que hoy permanezcan en la misma ubicación, pero planean continuar su marcha hacia el municipio de Pluma Hidalgo el lunes, con la meta de llegar a San José del Pacífico en los próximos días.
La caravana sigue avanzando con la esperanza de mejores condiciones, pese a los obstáculos y engaños que, según denuncian, han enfrentado en su travesía.