En el último informe de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se revela un alarmante aumento en la percepción de inseguridad en la ciudad de Oaxaca y en 12 municipios de la zona metropolitana. Según el estudio, realizado durante el último trimestre de 2024, más de la mitad de los habitantes de la región se siente vulnerable ante la delincuencia.

Una de las principales consecuencias de este clima de inseguridad es el cambio de hábitos de la población adulta. Más de un tercio (36.3%) de los ciudadanos ha dejado de portar objetos de valor por miedo a ser víctimas de delitos, y aproximadamente el 27% ha optado por evitar caminar en la noche en los alrededores de sus viviendas. Esta medida busca reducir el riesgo de ser atacados por los delincuentes.

El informe también señala que la preocupación por la seguridad es tan alta que, en diciembre de 2024, una de cada cinco personas adultas expresó que ya no se siente segura dejando que los niños del hogar salieran solos a la calle. En su lugar, prefieren acompañarlos para evitar cualquier incidente.

A nivel general, la percepción de inseguridad creció considerablemente en comparación con 2023. En diciembre de ese año, el 61.4% de los habitantes de la región consideraban su municipio inseguro, cifra que aumentó al 70.2% en 2024. Este dato revela que 7 de cada 10 adultos se sienten inseguros, con especial preocupación por lugares como cajeros automáticos, mercados y el transporte público.

Además, la mayoría de los encuestados (58.5%) cree que la delincuencia seguirá igual de mal o incluso empeorará en 2025. La falta de confianza en las autoridades municipales también es notable, ya que la policía local es percibida como la menos efectiva en cuanto a desempeño y respuesta ante la delincuencia.

La encuesta también identificó otros problemas que afectan a la población, como los baches en las calles, los cortes de agua potable, los embotellamientos y la saturación o deficiencia en los servicios de los hospitales, lo que agrava aún más la situación de los habitantes en estos municipios.

El panorama en cuanto a seguridad y calidad de vida en la zona metropolitana de Oaxaca sigue siendo preocupante, lo que exige una reflexión sobre la urgencia de implementar acciones efectivas en beneficio de la ciudadanía.