Del 31 de enero al 2 de febrero, Zipolite, la conocida “Playa Nudista de México”, se convirtió en el epicentro de una celebración única que reunió a más de 4,000 personas de todo el mundo. La décima edición del Festival Nudista 2025 no solo ofreció un escenario para disfrutar de actividades deportivas y recreativas, sino que también se consolidó como un espacio de encuentro, libertad y respeto, donde el nudismo fue solo una excusa para conectar con la naturaleza y entre sí.

Una experiencia liberadora para los asistentes

El festival contó con la participación de turistas nacionales e internacionales, quienes se unieron a las diversas actividades organizadas, que iban desde torneos deportivos hasta talleres de arte. María, una joven mexicana que participó por primera vez, compartió que la experiencia le permitió sentir una libertad incomparable. “Aquí no hay juicios ni comparaciones, solo un grupo de personas disfrutando el momento”, destacó. Para ella, la verdadera magia del festival radica en la conexión genuina con los demás y con el entorno natural de Zipolite.

Carlos, otro asistente, subrayó la atmósfera de aceptación y respeto que prevaleció durante todo el evento. A pesar de ser nuevo en el mundo del nudismo, se sintió bienvenido desde el primer momento. “Lo que importa es que todos estamos aquí para disfrutar, independientemente de nuestra apariencia o procedencia”, aseguró.

Desconectar para reconectar con uno mismo

El festival también fue una oportunidad para quienes buscaban desconectar del estrés de la vida cotidiana. Sofía y Javier, una pareja de España, llegaron a Zipolite buscando una experiencia diferente. “No solo desconectamos de la rutina, sino de las expectativas sociales. Aquí podemos ser nosotros mismos, sin filtros ni máscaras”, expresó Sofía. Javier agregó que el entorno natural de la playa fue clave para su experiencia. “Estar aquí es como un respiro para el alma”, comentó.

Un encuentro de culturas y amistad global

El Festival Nudista 2025 también sirvió como un punto de encuentro para personas de diversas partes del mundo. Gabriela, una viajera mexicana, destacó la riqueza cultural del evento, mencionando que pudo interactuar con personas de países tan lejanos como Alemania, Brasil e India. “Lo más bonito es que todos compartimos nuestras culturas y experiencias sin barreras”, afirmó.

Seguridad y organización como prioridades

A pesar de la atmósfera relajada y libre, la seguridad fue una prioridad para los organizadores. La presencia de la Policía Municipal, la Guardia Nacional y personal de protección civil garantizó que los asistentes pudieran disfrutar del evento con tranquilidad. “Me sentí seguro todo el tiempo”, compartió Juan, un asistente del Estado de México.

Fiesta y música para cerrar con broche de oro

El evento culminó con la actuación del grupo musical Merenglas, quien puso a bailar a los asistentes hasta la madrugada. La fiesta fue descrita por Esteban, un visitante de Puebla, como el cierre ideal para un festival que se destacó por su inclusividad y espíritu festivo.

El Festival Nudista 2025 dejó una huella imborrable en Zipolite, demostrando que más allá de la libertad de despojarse de la ropa, lo que verdaderamente se celebró fue la libertad de ser uno mismo, sin prejuicios, con respeto por el prójimo y una profunda conexión con la naturaleza. Como concluyó Pablo, un asistente de la Ciudad de México: “Zipolite es un lugar donde todos podemos ser auténticos, y eso es lo más hermoso de todo.”