Ciudad de México, 12 de febrero de 2025 – En cada colonia y barrio de México, las tienditas de la esquina se han consolidado como un pilar fundamental no solo en el abastecimiento de productos esenciales, sino también en el fortalecimiento de la economía local y en la creación de lazos entre vecinos. Con un promedio de 0.5 tiendas por kilómetro cuadrado, según un comunicado de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), el impacto de estos pequeños comercios en el desarrollo económico y social del país es innegable.

Estas tiendas, en su mayoría familiares, son el reflejo de un esfuerzo diario que va más allá del simple intercambio comercial. Son espacios donde las historias de esfuerzo, dedicación y amor por la comunidad se entrelazan. Un ejemplo inspirador es el de Don Silvestre, un tendero que ha convertido su negocio en un verdadero punto de encuentro. Para él, su tiendita no es solo un establecimiento de venta, sino un lugar donde sus vecinos se sienten escuchados, acompañados y apoyados.

“Más que un negocio, mi tienda es mi vida. Aquí no solo vendo comida, aquí escucho a mis vecinos, compartimos historias y nos ayudamos mutuamente. Lo más bonito es ver cómo este espacio se convierte en un hogar para todos. Cuando pusimos una banca afuera, la gente empezó a reunirse más, a platicar, a sentirse acompañada. Eso es lo que realmente llena el alma”, comparte con emoción Don Silvestre, quien además de ofrecer productos de calidad, apoya a su comunidad al buscar proveedores locales que le permitan mantener precios competitivos.

Este compromiso con el bienestar de la comunidad no es único de Don Silvestre. Miles de tenderos en todo el país trabajan día a día con un propósito más grande que ellos mismos: hacer de sus comunidades un lugar mejor. Su dedicación no solo beneficia sus propios hogares, sino que fortalece el tejido social y contribuye al crecimiento económico de México.

El sector sigue mostrando signos de crecimiento. Según datos recientes del Gobierno de México, el comercio minorista ha aumentado un 6.92% en el último trimestre, lo que proyecta un futuro prometedor para 2025. Las tienditas, lejos de ser simples negocios, se han convertido en símbolos de perseverancia y unidad, esenciales para la estabilidad económica y social del país.