Oaxaca de Juárez, Oax. – El reciente anuncio de la presidenta electa Claudia Sheinbaum sobre un acuerdo voluntario para estabilizar y posteriormente reducir el precio de la tortilla en México ha generado escepticismo entre trabajadores del sector tortillero en Oaxaca, quienes advierten que la clave está en contener el alza de insumos básicos como el maíz, la harina, el gas y el agua.

En la tortillería “La Rayita”, ubicada en el centro de la ciudad, Jesús Agustín Jiménez Espinoza señala que si bien el acuerdo suena viable, su efectividad dependerá de que no suba el precio de la harina de maíz. “Una vez subiendo los costos de tonelada de harina, nosotros nos vemos en la necesidad de subir el precio por kilo”, explicó el comerciante, integrante de la tercera generación de una familia dedicada a este oficio.

Actualmente, el kilogramo de tortillas se vende ahí en 25 pesos, pero en otras zonas de la ciudad puede alcanzar los 28 pesos. Además del maíz, el gas y el agua son factores que inciden directamente en el costo del producto final. “Lo que más nos ha afectado últimamente es el gasto en agua, porque a veces debemos comprar pipas y están caras”, añadió.

El pasado 13 de junio, Sheinbaum aclaró que su propuesta no implica una regulación de precios, sino una colaboración voluntaria con productores de maíz, harineros, nixtamaleros y tortilleros. La meta: evitar más incrementos y lograr una reducción del precio de la tortilla del 5% en seis meses y hasta un 10% al final de su sexenio.

Desde otra trinchera, Cutberto Ramos, trabajador de un molino del centro, opinó que a las familias les sería más económico nixtamalizar su propio maíz, aunque reconoció que el tiempo y gasto en gas hacen que muchos opten por comprar la tortilla ya hecha. En comparación con el año pasado, el precio del bulto de maíz ha disminuido de 550 a entre 400 y 450 pesos.

Tortillas de mano, en riesgo por cambio de hábitos

En paralelo, las mujeres que elaboran tortillas a mano viven otro tipo de desafío. Doña María, quien lleva medio siglo vendiendo tortillas y tlayudas en el mercado Cuarto Centenario, afirmó que el consumo ha bajado, especialmente entre las nuevas generaciones, quienes prefieren productos industrializados como la pizza.

Aun cuando las tortillas hechas a mano se elaboran con maíz natural, cocido con leña y nixtamalizado artesanalmente, su precio —8 por 20 pesos o hasta 32 pesos el kilo— las pone en desventaja frente a las tortillerías. “Si el gobierno impulsa que bajen los precios en las tortillerías, quizá ya no compren con nosotras”, advirtió.

Mientras tanto, el sector observa con cautela los efectos del acuerdo presidencial, pues muchos coinciden en que sin un control real de los insumos, estabilizar o reducir el precio de la tortilla será una meta difícil de alcanzar.