
Las autoridades de la Ciudad de México reforzaron los protocolos de seguridad y actuación inmediata frente a cualquier tipo de agresión o delito sexual, especialmente en zonas de alta afluencia y durante eventos públicos donde participan figuras políticas, artistas o servidores públicos.
El objetivo es garantizar una respuesta más rápida y coordinada ante situaciones de riesgo, además de fortalecer las medidas de prevención y protección tanto para la ciudadanía como para las y los funcionarios. Entre las acciones recientes destacan el aumento de personal de seguridad en áreas céntricas, la presencia de agentes especializados en atención a víctimas y la capacitación en perspectiva de género y derechos humanos.
La Fiscalía de Delitos Sexuales de la Ciudad de México mantiene una línea de atención prioritaria para recibir denuncias y acompañar a las víctimas en procesos legales. De acuerdo con el Código Penal capitalino, el abuso sexual se castiga con penas que pueden ir de uno a seis años de prisión, y las sanciones aumentan cuando hay violencia física o moral.
Organizaciones civiles y colectivos feministas han insistido en la importancia de que las autoridades actúen con firmeza y transparencia, no solo en casos mediáticos, sino también en las agresiones que afectan a miles de personas cada año.
El gobierno capitalino reiteró su compromiso de proteger la integridad de todas las personas y de mantener entornos seguros y libres de violencia, tanto para la ciudadanía como para quienes desempeñan funciones públicas.

