El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado su preocupación por la posible utilización de la crisis de salud que vive Estados Unidos por el fentanilo para fines políticos y ha rechazado las acusaciones de que los ciudadanos mexicanos sean los principales responsables de la introducción de esta droga en territorio estadounidense.

López Obrador ha propuesto que la lucha contra el fentanilo se lleve a cabo desde la cooperación y la prevención, y no solo a través de la acción policial y la represión. También ha rechazado las presiones ejercidas por el gobierno de Estados Unidos, que van desde el aumento del presupuesto para la vigilancia de la frontera hasta la posible declaración de los cárteles mexicanos como grupos terroristas.

La crisis de opioides en Estados Unidos ha sido un tema preocupante durante los últimos años, y ha dejado más de 100,000 muertes en los últimos tres años. La cooperación y el diálogo entre ambos países son esenciales para encontrar soluciones efectivas y a largo plazo para esta situación.