A pesar de las sanciones económicas impuestas por el gobierno municipal de Oaxaca de Juárez a quienes arrojan basura en la vía pública, la proliferación de tiraderos clandestinos continúa siendo un grave problema, especialmente en zonas cercanas a la Central de Abasto y al centro de transferencia del Playón.
La crisis de residuos en la capital oaxaqueña se agrava día a día, ya que se generan más de 900 toneladas de basura diariamente en la Zona Metropolitana de Oaxaca, de las cuales 364 corresponden a residuos domiciliarios. Sin embargo, la capacidad de gestión y recolección de estos desechos sigue siendo insuficiente, lo que ha propiciado la aparición de basureros ilegales en diversas áreas de la ciudad.
Uno de los puntos más afectados es la avenida Símbolos Patrios, en el tramo entre la calle Eulalio Gutiérrez y Fresnos, en la colonia Reforma Agraria. En esta zona, se observan a diario montículos de basura, a pesar de los esfuerzos realizados por cuadrillas de limpieza de los municipios de Santa Cruz Xoxocotlán y Oaxaca de Juárez. Sin embargo, los desechos reaparecen constantemente, lo que demuestra la falta de soluciones definitivas al problema.
En la Central de Abasto y en las colonias cercanas, puntos como el Periférico, la avenida Central, Nuño del Mercado y Mercaderes también han sido identificados como focos de acumulación de basura. A pesar de la recolección de desechos entre las 7 y 9 de la noche por parte de los trabajadores de limpia, al día siguiente las calles vuelven a llenarse de residuos, lo que refleja la creciente crisis en la gestión de residuos.
Durante un recorrido realizado por El Imparcial, se constató que las personas en situación de calle son las principales responsables de la contaminación en estas zonas. Muchos de ellos reciben basura de comercios del centro y sus alrededores a cambio de una remuneración, y la depositan en diversos puntos de la ciudad. Sin embargo, las sanciones de hasta 9 mil 662 pesos y las detenciones temporales no tienen el impacto esperado, ya que las personas en situación de calle no pueden ser fácilmente detenidas debido a sus condiciones de salud.
Una comerciante de abarrotes de la avenida Central señaló que el problema radica en que las personas en situación de calle no solo arrojan la basura, sino que, al abrir las bolsas, generan más desorden al buscar latas o plásticos que puedan vender para obtener dinero.
Hasta el momento, las autoridades municipales no han reportado detenciones ni cobro de multas a personas sorprendidas tirando desechos en las calles, lo que pone en evidencia la falta de eficacia de las políticas implementadas para resolver este problema.