Los viajeros que entren a China a partir del sábado ya no tendrán que presentar una prueba PCR negativa en una nueva flexibilización de su política de “cero COVID” de Beijing.
En su lugar, podrán presentar un resultado negativo en un test de antígenos realizado 48 horas antes del embarque, explicó la vocera del Ministerio de Exteriores, Mao Ning, a periodistas el martes.
En los tres últimos años, China ha impuesto una serie de controles para tratar de erradicar el coronavirus, incluyendo cuarentenas y pruebas masivas periódicas. Luego de que su estricto protocolo afectase a la economía y provocara protestas, el gobierno dio marcha atrás repentinamente en diciembre y dio un gran paso para retirar la obligación de hacer cuarentena a principios de enero.
El mes pasado, el país reanudó la emisión de todo tipo de visas como parte de sus esfuerzos por reactivar el turismo. Pero había mantenido las PCR obligatorias para los viajeros procedentes de algunos países, un requisito costoso que disuadía a muchos visitantes.
“Para facilitar aún más los viajes transfronterizos, China está tomando nuevas medidas para perfeccionar los requisitos de las pruebas previas al despegue, guiándose por el principio de garantizar la seguridad y el orden en los desplazamientos y manteniendo las medidas basadas en la ciencia”, agregó Mao.
Según la portavoz, las aerolíneas ya no comprobarán los resultados de las pruebas antes de partir.