Esta semana, Vladimir Putin, Xi Jinping y Narendra Modi se reunieron en China en lo que muchos expertos llaman un posible bloque de potencias para contrarrestar la influencia de Estados Unidos.

Putin y China: más unidos que nunca

Putin visitó China por primera vez desde la invasión a Ucrania no como subordinado, sino como líder mundial. La cumbre en Tianjin incluyó a decenas de líderes regionales y una celebración militar en Pekín por el 80º aniversario del fin de la II Guerra Mundial.

  • Según analistas, esta visita busca demostrarle a Occidente que la amistad China-Rusia es fuerte.
  • China se beneficia de mantener a Rusia cerca y controlado, mientras ambos países desafían la hegemonía de EE.UU.
  • La relación entre Putin y Xi es muy personal: ambos tienen la misma edad, han gobernado mucho tiempo y mantienen poderes autoritarios. Xi incluso llama a Putin su “amigo muy querido”.

India se suma al juego

Narendra Modi, primer ministro de India, también participó en la cumbre. La relación de India con China y EE.UU. es más compleja:

  • Hubo tensiones fronterizas entre India y China en 2020.
  • Trump aplicó aranceles a India por comprar petróleo ruso.
  • Modi busca un equilibrio estratégico, sin alejarse de EE.UU. pero acercándose a China para temas económicos y de paz regional.

Durante la cumbre, Xi y Modi acordaron reactivar vuelos suspendidos entre ambos países y destacaron la importancia de mantener la relación desde una perspectiva estratégica y a largo plazo.

¿Qué significa esto para el futuro?

Si Rusia, China e India logran coordinarse, podrían reducir la influencia de Washington en la política global. Sin embargo:

  • India mantiene desconfianza histórica hacia China.
  • También debe equilibrar sus lazos con EE.UU.
  • El bloque podría ser temporal, con intereses y objetivos diferentes.

La cumbre incluirá la presencia de líderes como Kim Jong-un e Irán, en un desfile militar en Tiananmén el miércoles 3 de septiembre, mostrando la posición de China como potencia central en alianzas autoritarias.

Aunque la unión sea complicada, esta semana marca un momento clave en la geopolítica global y evidencia que China busca consolidar su rol central frente a EE.UU.