Los comuneros de Santa María Chimalapas han declarado que se sienten “rendidos” ante los incendios forestales que arrasan con sus selvas de encino, ocote y bosques de niebla. Vidal López Hernández, presidente de los comuneros, expresó su resignación y esperanza de que las lluvias lleguen pronto para sofocar los incendios descontrolados en los parajes de río El Corte, arroyo Sardina, Arroyo Estaca y Escolapa.
Desde finales de febrero, los comuneros han estado combatiendo los incendios en la zona oriental de los Chimalapas sin descanso, enfrentando cansancio extremo, hambre y calor. López Hernández narró que muchos de los voluntarios están agotados y enfermos, sufriendo de diarrea, dolores de cabeza y resfriados. La travesía para llegar a los puntos de combate, que requiere caminar cinco a seis horas sobre terrenos escarpados, ha hecho mella en los comuneros, quienes ya no quieren continuar.
Esta mañana, ninguno de los comuneros voluntarios subió a combatir los incendios y los 30 integrantes de las tres brigadas gubernamentales tampoco lo hicieron, solicitando ser relevados debido al cansancio y las enfermedades. El apoyo aéreo, crucial para la descarga de agua y transporte de voluntarios, fue suspendido nuevamente ayer debido a la nubosidad, sin que finalmente lloviera.
López Hernández agradeció la ayuda de una brigada de rescatistas voluntarios de Coatzacoalcos, Veracruz, que ofrecieron atención médica a los voluntarios y brigadistas antes de retirarse hoy. Sin embargo, criticó la falta de apoyo del gobierno de Oaxaca, sugiriendo que la falta de elecciones y las disputas territoriales con Chiapas han influido en la ausencia de ayuda.
Las autoridades comunales y los campesinos zoques están preocupados por el impacto de los incendios en las 334,878 hectáreas de las Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), autorizadas en febrero de este año. Con el agotamiento físico, la falta de alimentos y la incapacidad de atender sus milpas y ganado, los comuneros se encomiendan a las lluvias para poner fin a esta devastación.