En medio de la creciente crisis por la falta de agua en Oaxaca, el titular del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Oaxaca (Soapa), Omar Pérez, optó por una medida poco convencional al asistir a una misa para pedir por un “abasto suficiente” de agua, generando una mezcla de reacciones entre la incredulidad y la crítica.
El funcionario, acompañado por personal de Soapa, participó en una misa de acción de gracias con la esperanza de que la temporada de lluvias que se avecina sea favorable. Este gesto, descrito como “un acto de fe”, fue compartido en redes sociales, donde generó controversia debido a la función pública de Pérez y la secularidad del Estado mexicano.
Mientras tanto, la situación en Oaxaca continúa empeorando, con escuelas suspendiendo actividades y hospitales operando con servicios incompletos debido a la escasez de agua. A pesar de las recomendaciones de ambientalistas sobre medidas prácticas como la captación de agua de lluvia y el mantenimiento de pozos, algunos funcionarios optan por gestos simbólicos en lugar de acciones concretas.
Este curioso “acto de fe” de los funcionarios estatales tuvo lugar justo antes del aniversario del natalicio de Benito Juárez, quien estableció la separación entre la iglesia y el Estado con las Leyes de Reforma. Sin embargo, parece que la lección histórica no ha calado del todo en la práctica actual de algunos funcionarios.
La situación se agrava con informes recientes de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que señalan un aumento en las temperaturas récord y una mayor extensión del territorio nacional afectado por sequías extremas y excepcionales. En este contexto, las acciones efectivas para abordar la crisis del agua en Oaxaca siguen siendo una prioridad urgente, más allá de las expresiones de fe en busca de soluciones milagrosas.