El Congreso de Oaxaca se puso intenso: mientras Morena y sus aliados amenazan con pedir el desafuero del senador y líder del PRI, Alejandro Moreno “Alito”, los diputados locales se enfrascaron en un debate cargado de acusaciones y defensas.
En medio del alboroto, Javier Casique Zárate, único representante del PRI en el congreso estatal, salió a respaldar a “Alito”, asegurando que desde Oaxaca lo apoyarán para denunciar lo que considera irregularidades y complicidades entre el partido en el poder y grupos criminales.
Pero César Mateos Benítez, de Morena, no se quedó callado: respondió que las acusaciones del priista son puro cinismo, recordando que el PRI ha cargado por años con señalamientos de corrupción y vínculos con delitos.
¿Y la reforma electoral?
Mientras los dimes y diretes sobre “Alito” acaparan reflectores, la discusión sobre la reforma electoral —que se cuece a nivel nacional— pasa casi desapercibida en el congreso local.
El gobernador Salomón Jara Cruz, por su parte, dejó claro su respaldo a la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum y la Comisión Presidencial creada para diseñar el nuevo modelo electoral.
“Tenemos un sistema electoral carísimo; las elecciones en México son de las más costosas del mundo. Esta reforma busca reducir los financiamientos a los partidos y abaratar los procesos electorales”, aseguró el mandatario, señalando que el cambio debe estar en sintonía con las necesidades del México de hoy.
Entre las propuestas más polémicas están la reducción del presupuesto a los partidos y la eliminación de las diputaciones plurinominales, un tema que, curiosamente, no genera mayor ruido en el congreso oaxaqueño… justo donde varios opositores existen gracias a estas posiciones.