De acuerdo con los reportes de la Policía Estatal en Alaska, la historia es de terror. El oso polar salió de los lugares que normalmente habita, entró a la comunidad y como nadie lo esperaba, empezó a perseguir a la gente. Terminó alcanzando a dos personas.

Una mujer y un joven murieron en el ataque.

KTUU, una televisora de Alaska, reporta que las personas de Wales tuvieron que dispararle al oso mientras atacaba.

Además de que la historia es triste y está bastante fea, también es un asunto preocupante, pues —a pesar de lo que creeríamos— los ataques de oso polar son extremadamente raros. De hecho, ningún oso polar había matado a nadie desde 1990. Sí, llevaban más de 30 años sin ataques de este tipo.

Especialistas árticos entrevistados por Anchorage News encontraron que este oso polar tenía síntomas de inanición, que no había comido en mucho tiempo.

Un estudio reciente —publicado por la Universidad de Cambridge— reveló que la crisis climática ha cambiado la composición del Ártico, acabando con las fuentes de alimento de los osos polares. Eso, a su vez, los ha obligado a buscar comida en comunidades humanas, basureros o pequeños pueblos.