En medio de una situación de emergencia que ya lleva cinco días, familias triquis de la Mixteca de Oaxaca ruegan por ayuda mientras un incendio devastador amenaza con consumir las tomas de agua que abastecen a sus comunidades. Desde el pasado viernes, las llamas han estado activas, pero la ayuda no ha llegado debido al persistente conflicto entre organizaciones locales.

Los pobladores de Yosoyuxi Copala están pidiendo asistencia a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Comisión Estatal Forestal (Coesfo) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para controlar el fuego antes de que alcance las cruciales tomas de agua que proveen de agua potable a numerosas familias en el municipio de Santiago Juxtlahuaca. Sin embargo, la falta de atención de las autoridades ha agudizado la situación.

El incendio, que ha consumido vastas extensiones de bosque en San Juan Copala, La Sabana y Yosoyuxi Copala, se ha acercado peligrosamente a las fuentes de agua y a las mangueras que suministran este recurso vital. Los residentes locales están en guardia constante para proteger sus hogares y asegurarse de que el fuego no se extienda.

A pesar de los repetidos llamamientos de auxilio desde el viernes, las autoridades aún no han respondido. Este no es el primer incendio en la región que queda sin atención; apenas el mes pasado, otro incendio duró cuatro días sin que los brigadistas institucionales intervinieran.

Los residentes de la zona también han sido afectados por otros incidentes similares, como el incendio que consumió 15 viviendas en San Juan Mixtepec y dos en Santa Catarina Yosonotú. La falta de acción gubernamental ha dejado a las comunidades locales desamparadas y enfrentando pérdidas significativas.

Hasta el momento, la Comisión Estatal Forestal (Coesfo) no ha registrado incendios activos, liquidados o en monitoreo en estos municipios de la Mixteca, a pesar de las evidencias de la destrucción en curso.

La situación subraya la urgente necesidad de atención y recursos para combatir los incendios forestales en regiones vulnerables como la Mixteca de Oaxaca, donde la falta de respuesta gubernamental solo agrava una situación ya desesperada.