1).- Borrar el pasado

Una de las premisas más mezquinas, falsas y execrables de los gobiernos emanados de Morena, es la idea absurda de que la historia se comienza a escribir con ellos. Es decir, desechar el engranaje del pasado y el presente. Oaxaca no es la excepción. Es decir, de los regímenes anteriores nadie se salva. Todo fue corrupción, podredumbre, vicios. Un túnel oscuro, como una atarjea pestilente. Pero ya llegó la luz, la transformación, los iluminados. Se pretende apelar a una masa homogénea; a una sociedad imaginaria fiel servidora de una ideología dominante. Por ello se premia el activismo, no la experiencia y las tablas en la administración pública. Las ocurrencias y la veleidad. Como en el poema de Giacomo Leopardi: “el alto ingenio otra sede merece/satisfechos vivimos en reposo, la mediocridad nos guía”.

2).- Sin respeto ni decoro

Históricamente el gobierno estatal ha sido uno de los principales empleadores en la entidad. Ante la orfandad de industrias u otras fuentes de empleo, miles de profesionistas han encontrado ahí un medio de subsistencia. Han laborado para la institución gubernamental no para un partido. Salvo algunos mandos medios y de dirección que venían de la estructura tricolor en el pasado, la mayoría hizo carrera en la administración pública con empleos de base, confianza o contrato. Y se convirtieron en piezas claves en sus dependencias. Con 15 o 20 años de servicio fueron echados a la calle. Y junto con ellos su experiencia, el conocimiento y la lealtad al gobierno, su empleador.

Excepto ex funcionarios chapulines que hoy se vistieron de verde y se enchufaron de nuevo, todos han sido medidos con el rasero de la corrupción del pasado. Y fueron sustituidos por ignorantes y mediocres; arribistas y hechos al vapor. Un caso emblemático: la titular de una institución de educación media superior, dio cuenta en su curriculum vitae haberse desempeñado en el empleo anterior como “operadora telefónica del 066, en la Secretaría de Seguridad Pública”. Pero tiene un mérito: ser pareja sentimental de un miembro de la “familia real”. En sus colegios, ha puesto al frente de la dirección a carniceros, moto-taxistas o vendedores de hamburguesas. Patético.

Sin embargo, lista en mano, los nuevos depositarios de la moral pública, es decir, los carniceros de hoy fueron cercenando cabezas. Desde la cúpula gubernamental vino la consigna. Alguien padece la enfermerdad del infantilismo de izquierda. Las purgas penosas tan usuales en aquel tristemente célebre PCUS de Stalin, que donde quiera veía monos con tranchete. Aquellos señalados como “enemigos del pueblo” iban a dar a los gulags de Siberia. Aquí los mandan a la calle.

3).- Gobierno excluyente

En la esfera pública, el jefe del ejecutivo tiene que capotear influencias nocivas a veces de su círculo íntimo que, en el plano ideológico e inclinación política, sólo contribuyen a mantener injusticias y distorsionar la agenda pública. No les ha quedado claro que esos neoliberales, aspiracionistas, clase media, que colaboraron como empleados de confianza con la mafia del poder en el funcionamiento del aparato estatal, se jugaron la vida en sus escritorios durante la pandemia. Pero además, el Estado invirtió en su aprendizaje. Por ello, con años de oficio conocieron los entresijos de las dependencias y entidades, conocimientos que los activistas que llegaron a incrustarse desconocen. Por ello siguen dando palos de ciego.

4).- Descubriendo el hilo negro

El resultado de la purga de exempleados ha sido inédito. El gabinete va dando bandazos. Pareciera que no hay un instrumento rector. Una Ley Orgánica del Poder Ejecutivo. Que les meta en el coco duro cuáles son sus funciones. Es el caso del “Programa de Fomento a la Lectura”. Que, sin duda alguna, tiene su mérito muy loable. Empero, ahí van todos a contar cuentos e historias infantiles. Se quiere inculcar el hábito de la lectura. Es plausible. Pero, ¿cuántos de sus promotores lo tienen? Ojalá que pronto recuperen la orientación. Por hoy, la mayoría de cabezas en el gabinete legal y ampliado, andan extraviadas, si no es que perdidas.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— ¡Vaya escenario tan sangriento el que hemos tenido en Oaxaca!. De seguir así, muy pronto estaremos como Guanajuato o Zacatecas. Dicen que militares y marinos no son la mejor opción para seguridad pública.

— Hoy es día de levantar la voz en contra de las operaciones chairas para “despedazar” el INE. Seguirle el juego a AMLO y palafreneros, implicará una regresión irreversible.