La Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) inició este jueves un paro indefinido de labores en escuelas públicas de Oaxaca, como parte de una jornada nacional de protesta que exige la abrogación de leyes que afectan al magisterio y una atención urgente a demandas históricas del sector educativo.
Con esta acción, aproximadamente 800 mil estudiantes de nivel básico se quedarán sin clases en casi 10 mil planteles públicos del estado, según estimaciones oficiales.
En un comunicado dirigido a madres, padres de familia y autoridades educativas, el Comité Ejecutivo Seccional justificó la suspensión de clases ante la falta de soluciones a problemáticas como la crisis en el sistema de jubilaciones, el abandono de la infraestructura escolar, la carencia de equipamiento tecnológico y las deficientes condiciones laborales para personal docente y de apoyo.
Entre las principales exigencias destaca la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007, aprobada durante el sexenio de Felipe Calderón, la cual —según el magisterio— incrementó la edad de jubilación y disminuyó las pensiones al establecer un sistema de cuentas individuales.
El gremio también demanda la contratación inmediata de egresados de normales públicas, así como un aumento en el presupuesto destinado a salud y educación.
Aunque reconocen que tanto el expresidente Andrés Manuel López Obrador como la actual mandataria, Claudia Sheinbaum, han señalado que la ley en cuestión es perjudicial, los docentes aseguran que no ha habido voluntad política para revertirla, a pesar de años de diálogo sin resultados concretos.
Finalmente, la Sección 22 agradeció el respaldo de las familias y subrayó que su lucha es por los derechos laborales del magisterio y por un mejor futuro para la niñez mexicana.