La presidenta Claudia Sheinbaum salió a dar la cara y explicar por qué México decidió enviar a Estados Unidos a 26 miembros del crimen organizado, entre ellos varios capos del Cartel de Sinaloa. Según Sheinbaum, se trata de una decisión soberana, pensada para proteger la seguridad del país y no como un favor a Washington.
“Son decisiones soberanas, no responden a solicitudes de otros gobiernos, aunque muchos de ellos ya tenían pedidos de extradición”, aclaró la mandataria este miércoles en su conferencia diaria en Palacio Nacional.
Sin embargo, la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) señalaron que la entrega se hizo bajo solicitud del Departamento de Justicia de EE. UU., un movimiento que recuerda al traslado de 29 narcos de alto perfil en febrero pasado, cuando México buscó agilizar procesos de extradición atorados.
Los 26 criminales, que estaban recluidos en diversas prisiones mexicanas y representaban un riesgo permanente a la seguridad pública, fueron enviados en cumplimiento de la Ley de Seguridad Nacional, con el compromiso de Estados Unidos de no aplicar pena de muerte, aunque sí podrían enfrentar cadena perpetua.
Entre los extraditados, 11 pertenecen al Cartel de Sinaloa, involucrados en la lucha interna por el control del negocio de Joaquín “El Chapo” Guzmán. El resto se vincula en menor medida a otros cárteles: Jalisco Nueva Generación, Los Zetas, La Familia y Arellano Félix.
Esta operación ocurre justo cuando la Administración de Trump ordenó ataques directos contra carteles fuera de EE. UU., subrayando la presión constante de Washington para frenar el tráfico de fentanilo, droga sintética que causa decenas de miles de muertes al año en Estados Unidos.
Con este tipo de estrategias, el Gobierno de México busca mostrar que la seguridad nacional no es un juego y que las decisiones soberanas pueden tener impacto directo en la lucha contra el narcotráfico y la protección de la ciudadanía.