México y Canadá están afinando un ambicioso plan comercial que les permitiría eludir el tránsito por Estados Unidos, con el fin de reducir aranceles, impuestos y tiempos de transporte, según reporta PPR Mundial. La propuesta contempla un nuevo corredor terrestre y marítimo que potenciaría el intercambio bilateral y transformaría la dinámica del comercio en América del Norte.
El plan, que se firmaría formalmente en septiembre y entraría en operación completa en 2028, podría costarle caro a EE.UU. Según estimaciones citadas en el informe, el país perdería 69 mil millones de dólares en impuestos, 17 mil millones en beneficios indirectos, y se proyecta un impacto de 39 mil millones en el empleo, especialmente en el Medio Oeste, lo que representaría una caída del 2.8% del PIB regional. El total del golpe económico se calcula en 245 mil millones de dólares en cinco años.
Más allá del impacto inmediato, el proyecto plantea un corredor de energía limpia sin fronteras que podría atraer también comercio extrarregional. Incluso si EE.UU. opta en el futuro por regresar a un modelo de comercio basado en reglas, el nuevo corredor mexicano-canadiense ya tendría ventajas operativas difíciles de revertir.
Este plan, bautizado como el Cinturón Norte, apunta a consolidar una infraestructura logística soberana y eficiente entre México y Canadá, sin la necesidad de depender de las rutas, puertos y puntos aduanales estadounidenses.