El Gobierno del Estado de Oaxaca ha recurrido a medidas extraordinarias para hacer frente a su abrumadora carga de deuda pública. Según informes de la Secretaría de Finanzas, hasta el cierre del año pasado, el saldo de la deuda a largo plazo alcanzó la impresionante cifra de 15 mil 258 millones de pesos (mdp).
Para abordar esta situación, el estado ha puesto en juego una parte significativa de sus participaciones federales, estimadas en 12 mil 384 mdp, con la intención de cumplir con sus compromisos financieros. Además, se prevé destinar 2 mil 874 mdp provenientes de aportaciones federales para este propósito.
Los datos revelan que Oaxaca ocupa el puesto número 13 entre los estados más endeudados de México, según los registros de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Esta situación ha llevado al gobierno estatal a destinar un considerable 2.40 por ciento del presupuesto total del año pasado para hacer frente a la deuda pública.
El análisis de la gestión financiera del cuarto trimestre de 2023 realizado por la Auditoría Superior de Fiscalización Estado de Oaxaca (ASFE) señala que la deuda experimentó una disminución marginal hacia el cierre del año anterior. Sin embargo, esta reducción se vio contrarrestada por la activación parcial de uno de los créditos por parte de Banobras, lo que dejó un saldo pendiente de 15 mil 258 mdp.
La deuda, que involucra a varias instituciones financieras, incluye compromisos con el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras) y el Banco Santander, entre otros. Los montos adeudados varían desde millones hasta miles de millones de pesos, lo que refleja la complejidad y la magnitud del desafío financiero que enfrenta el estado.
Ante esta situación, las autoridades estatales se encuentran bajo presión para implementar medidas efectivas que permitan la reducción progresiva de la deuda y garantizar una gestión financiera más sólida en el futuro.