Después de casi dos semanas de lucha contra las llamas, el incendio en la Selva de las Chimalapas, en Oaxaca, continúa desafiando los esfuerzos de extinción. Magdalena Coello, directora de la Comisión Estatal Forestal (Coesfo) de Oaxaca, informó que a pesar de los intensos trabajos de contención, dos frentes de fuego siguen activos en la región.
Según Coello, uno de los frentes, ubicado en el paraje López Portillo, ha logrado alcanzar un 70% de liquidación, mostrando signos de progreso en el control del incendio. Sin embargo, otro frente, conocido como “El Ciruelo”, aún presenta una situación crítica, con solo un 60% de control sobre las llamas.
Durante estos 11 días de combate, el incendio ha devastado más de 200 hectáreas de bosques de pino, encino y cedro, amenazando la biodiversidad y el hábitat natural de la región. Ante esta emergencia, se ha implementado el Plan DN-III, movilizando una fuerza de tarea de 500 hombres para hacer frente a la situación.
Además del esfuerzo terrestre, se está llevando a cabo un combate aéreo del incendio con tres helicópteros, destinados a descargar agua y transportar brigadas y suministros vitales para los combatientes.
Mientras tanto, en un preocupante desarrollo, la Comisión Estatal Forestal ha informado sobre la reactivación del incendio en Tamazulápam del Espíritu Santo, en la zona mixe, debido a las condiciones climáticas adversas en la región. Esta situación ha llevado a la movilización de equipos de combate adicionales hacia la zona para contener el avance de las llamas.
Ante la persistente sequedad y el alto riesgo de incendios forestales, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha instado a la población a abstenerse del uso del fuego en el campo, advirtiendo sobre la dificultad de controlar los incendios en estas condiciones.