En la ciudad de Oaxaca, los problemas relacionados con el comercio en la vía pública continúan generando tensiones entre comerciantes y autoridades municipales. Este fin de semana, nuevos intentos de instalación de comerciantes en zonas no autorizadas han avivado las disputas en diferentes puntos de la ciudad.

Un grupo de vendedores recién llegados, afiliados al grupo Lazcar liderado por Israel Ramírez Bracamontes, intentó instalarse en el jardín Morelos, específicamente en el tianguis de juguetes. Este intento se suma a una serie de acciones similares que han tenido lugar en los últimos meses, sin el permiso correspondiente y en áreas que otros grupos comerciales reclaman como suyas.

La dirección de Comercio en Vía Pública intervino para ordenar el retiro de estos nuevos comerciantes, aunque se encontraron con la resistencia por parte de los mismos y su líder. Este incidente refleja la persistencia de problemas para controlar el aumento de comerciantes en la vía pública, a pesar de los esfuerzos realizados desde el año 2022.

En otro punto de conflicto, en la calle Carlos María Bustamante, donde se está construyendo un andador semipeatonal, las autoridades municipales están revisando la situación de cada comerciante que ha estado operando en esa vialidad. El objetivo es despejar el andador de vendedores, aunque hasta el momento no se ha logrado.

La directora de Comercio en Vía Pública, Bibiana García Loya, mencionó que se están llevando a cabo operativos con la Policía Municipal y se está dialogando con los comerciantes para encontrar soluciones. Sin embargo, las tensiones persisten y los problemas se mantienen en diversos puntos de la ciudad.

Además, el conflicto con la organización social Sol Rojo continúa, ya que se niegan a retirarse de la calle Gurrión a pesar de haber accedido previamente a hacerlo según el gobierno estatal. Aunque se han intentado medidas para resolver la situación, el campamento de la organización sigue presente en el área.

Los desafíos relacionados con el comercio en la vía pública representan un tema pendiente en la ciudad de Oaxaca, donde persisten las tensiones entre comerciantes y autoridades municipales.