Vecinos de diversas zonas de la capital oaxaqueña exigen regulación ante el crecimiento desmedido del comercio ambulante y la ocupación de espacios públicos
Oaxaca de Juárez, Oax.— La expansión del comercio en la vía pública, mediante permisos temporales o la instalación de puestos en zonas donde anteriormente no existían, ha generado una creciente molestia entre habitantes de la ciudad de Oaxaca. Vecinos demandan una pronta intervención de las autoridades municipales para regular esta situación que, aseguran, ha alterado la convivencia cotidiana y la seguridad en diversas colonias.
El pasado domingo, residentes de la colonia Arboleda, ubicada en las inmediaciones del Mercado de Abasto Margarita Maza de Juárez, bloquearon la calle Nuño del Mercado para protestar contra la expansión del comercio informal. Denunciaron que la vialidad se ha convertido en una extensión del mercado, lo que ha impactado negativamente en su calidad de vida.
“Esta calle se ha convertido en tierra de nadie”, expresó uno de los vecinos durante la manifestación. Señaló que la vialidad se ha transformado en el “patio trasero” del municipio, por la falta de control y regulación.
Los residentes acusaron que diariamente los puestos amplían su ocupación sobre banquetas y que el tránsito de vehículos, tanto de transporte colectivo como de comerciantes del tianguis, ha saturado la zona, generando condiciones de inseguridad.
“No estamos en contra de los comerciantes, pero sí exigimos un punto de equilibrio. Esto no puede continuar sin control. Lo hemos solicitado desde varias administraciones sin respuesta”, afirmaron.
La inconformidad no se limita a la colonia Arboleda. En el centro de la ciudad, nuevos puestos han comenzado a instalarse en espacios públicos donde antes no había actividad comercial. Un ejemplo es una caseta de color azul, identificada con sellos de la Alianza de Sindicatos y Asociaciones del Estado de Oaxaca (ASAEO), ubicada recientemente en la calle La Reforma, esquina con Gómez Farías, cerca del Jardín Conzatti.
Durante la pasada Semana Santa también se desataron críticas por el otorgamiento de permisos a sindicatos y organizaciones que tradicionalmente no contaban con autorizaciones para instalarse en la vía pública. Algunos de estos grupos son considerados por la ciudadanía como “grupos de choque”.
A ello se suma la presencia de vendedores ambulantes en zonas como el Zócalo capitalino y la Alameda de León, donde su actividad está prohibida por el reglamento municipal. No obstante, han regresado con el respaldo de la actual administración, pese a que durante el gobierno anterior se implementaron operativos para evitar su ingreso.
Los habitantes afectados reiteran su llamado al gobierno municipal para que establezca un orden claro en el uso de los espacios públicos y frene la creciente informalidad que invade las calles de la ciudad.