En la era digital, cuidar la seguridad de nuestros dispositivos es tan esencial como cerrar la puerta al salir de casa. Sin embargo, muchos usuarios desconocen que mantener activados ciertos botones en su celular o computadora puede ser una invitación para que cibercriminales accedan a su información personal.
Expertos en seguridad informática alertan sobre tres funciones que, si no se desactivan cuando no se usan, aumentan el riesgo de espionaje o robo de datos.
1. Wi-Fi activado: Aunque parezca inofensivo, dejar el Wi-Fi encendido puede provocar que el dispositivo se conecte automáticamente a redes públicas inseguras. Estas conexiones facilitan que hackers se infiltren y roben información sensible. La recomendación es apagar el Wi-Fi cuando no sea necesario y conectarse solo a redes confiables.
2. Bluetooth encendido: Este servicio, utilizado para conectar audífonos o dispositivos, puede ser una vía para ataques como el “bluejacking” o “bluesnarfing”, donde los delincuentes acceden o manipulan datos sin que el usuario lo note. Es aconsejable apagar el Bluetooth cuando no se esté utilizando.
3. Ubicación en segundo plano: Muchas aplicaciones rastrean la ubicación del usuario aun cuando no están activas, lo que puede resultar en que esta información llegue a manos equivocadas. Además, los cibercriminales podrían usarla para conocer cuándo una persona no está en su hogar. Revisar y limitar los permisos de ubicación es fundamental.
Como medida extra de seguridad, también se recomienda el uso de redes VPN, que ofrecen una capa adicional de protección al cifrar la conexión, especialmente útil para quienes trabajan desde casa o usan redes públicas.
En definitiva, apagar el Wi-Fi, Bluetooth y la ubicación cuando no se necesiten es un hábito sencillo que puede marcar la diferencia para mantener la privacidad y seguridad digital, tal como cerrar la puerta es clave para proteger el hogar.