El raquitismo, una enfermedad vinculada a la pobreza y a la malnutrición que afectaba a los barrios marginales de la Gran Bretaña del siglo XIX está aumentando en Escocia, según datos publicados este fin de semana.

Un total de 442 casos fueron registrados en 2022, frente a 354 en 2018, mostraron los datos de 13 de las 14 juntas sanitarias escocesas.

Esta enfermedad afecta al esqueleto y puede provocar deformidades como piernas arqueadas o rodillas valgas, por la falta de exposición al sol y carencias de vitamina D, que se encuentra en alimentos como el aceite de pescado o los huevos.

“Enfermedades generalmente evitables como estas muestran que Escocia tiene la esperanza de vida más baja del Reino Unido”, estableció Chris Williams, presidente conjunto del Royal College of General Practitioners Scotland, al periódico The Sunday Times.
También sugirió que algunos factores medioambientales como el descenso de las temperaturas pueden estar detrás de este incremento.