Italia está nuevamente en alerta ante una posible emergencia por sequía este invierno boreal. En las últimas semanas, científicos y grupos ambientalistas han expuesto que en la región de los Alpes se registró menos de la mitad de las nevadas usuales mientras que en Venecia se han dado mareas inusualmente bajas. A diferencia de las inundaciones, que suelen ser las principales preocupaciones en la ciudad, este fenómeno ha dificultado la movilidad allí haciendo imposible que las góndolas, los taxis acuáticos y hasta las ambulancias naveguen por los famosos canales.
Esta situación deriva de una serie de acontecimientos como la falta de lluvia, la presencia de un sistema de alta presión, las corrientes marinas y hasta la luna llena.
Según comentó a The Guardian un vocero del grupo ambientalista Legambiente, los ríos -principalmente del norte de Italia- sufren una grave falta de agua. Por ejemplo, el Po, el más largo del país que va desde los Alpes -en el noroeste- hasta el Adriático, registra un 61% menos del agua que suele tener en esta época del año, precisaron en un comunicado desde el organismo.
Este hecho, sin embargo, no resulta muy sorpresivo en el país de la bota ya que el último mes de julio, Italia sufrió su peor sequía en 70 años, por lo que inclusive las autoridades declararon el estado de emergencia en las áreas que rodean el Po. Allí se da casi un tercio de la producción agrícola del país.