La presidenta Claudia Sheinbaum anunció la creación de una comisión presidencial para diseñar una reforma electoral, y el encargado será Pablo Gómez, actual titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y figura histórica de la izquierda mexicana.
El primer paso será diagnosticar el sistema electoral y de partidos, y luego proponer un nuevo modelo que “ponga al frente la democracia y al pueblo”, según el comunicado oficial. La comisión trabajará con legisladores, expertos y ciudadanía.
La reforma tocaría temas polémicos como:
- Eliminar los plurinominales, escaños que no pasan por las urnas.
- Reducir el financiamiento a partidos.
- Ajustar el presupuesto y la estructura del INE.
Sheinbaum busca abrir el debate antes de presentar un texto formal para evitar el choque que tuvo AMLO cuando intentó una reforma similar que fue frenada por la oposición y la Corte.
El reto no será sencillo: Morena necesita consenso con sus aliados (PT y PVEM) y con la oposición, que rechaza cambios que afecten la autonomía del INE, los plurinominales o el financiamiento de los partidos más pequeños.
¿Por qué importa?
Modificar el sistema electoral podría redefinir cómo se eligen representantes, cuánto dinero reciben los partidos y el papel del INE. Es un tema delicado que puede tensar el ambiente político rumbo a las elecciones intermedias de 2027.