Bajo presión del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para profundizar su combate al tráfico de armas de manufactura estadunidense a México, la administración Biden anunció una nueva fuerza de tarea “anti-cártel” en su frontera suroeste.
El propósito del operativo es frenar el contrabando de armas de asalto hacia territorio mexicano; entre los primeros resultados resaltan los procesos contra un puñado de traficantes.
Casi 2 mil armas fabricadas en Estados Unidos que iban destinadas a las organizaciones criminales mexicanas, así como más de 80 mil cartuchos, han sido decomisados entre octubre y marzo pasados como parte de la operación Southbound (Hacia el Sur, en inglés), conforme el gobierno de Joe Biden ha convertido el combate al tráfico de armas como una prioridad de su lucha contra el flagelo del fentanilo y de la agenda con México.