En un período de 15 años, entre 2008 y 2023, el estado de Oaxaca ha sido escenario de al menos 50 fosas clandestinas, según el conteo realizado por la Plataforma Ciudadana de Fosas, basada en información recabada por la Fiscalía General de la República (FGR) y organizaciones civiles. Este fenómeno refleja la grave crisis de desapariciones forzadas que afecta al país, con más de 115,000 personas desaparecidas hasta mayo de 2024.

Los hallazgos se han registrado en al menos 26 municipios de diferentes regiones de Oaxaca, como el Istmo de Tehuantepec, la Costa, la Cuenca del Papaloapan y los Valles Centrales. La tendencia ha ido en aumento desde 2016, siendo el año con el mayor número de fosas el 2019, durante el segundo año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y el tercer año de Alejandro Murat al frente del gobierno estatal. En total, 41 de las 50 fosas fueron localizadas durante el sexenio del presidente López Obrador.

La plataforma destaca que, a pesar de ser responsabilidad del Estado realizar la búsqueda y localización de personas desaparecidas, estas tareas recaen principalmente en las familias de las víctimas, en su mayoría mujeres que, como madres, hermanas e hijas, luchan por encontrar a sus seres queridos. En su búsqueda, se han encontrado fosas clandestinas en todo el país desde 2007, lo que evidencia la descomposición social y la deshumanización producto de una política de seguridad fallida.

Uno de los hallazgos más recientes se produjo en 2021, cuando se localizaron cinco fosas con restos humanos en el municipio de Loma Bonita, en la región de la Cuenca del Papaloapan, y en Ciudad Ixtepec, donde fue hallado el cadáver de una persona desaparecida. Los cuerpos encontrados hasta la fecha incluyen 36 hombres, 9 mujeres y 5 cuerpos cuya identidad de género aún no ha sido determinada.

La Plataforma Ciudadana de Fosas, que nació en septiembre de 2021, surge como respuesta a la falta de transparencia en el Registro Nacional de Fosas Comunes y Clandestinas, responsabilidad de la FGR. Este esfuerzo cuenta con el respaldo de instituciones como Artículo 19, la Universidad Iberoamericana y el Human Rights Data Analysis Group (HRDAG), quienes han señalado las dificultades para obtener información confiable sobre la magnitud del fenómeno de las fosas clandestinas en México.

Con los cuerpos hallados, muchos de ellos en avanzado estado de descomposición, la identidad de las víctimas sigue siendo un misterio en muchos casos, complicando aún más la difícil labor de justicia y reparación.