El ministro de Exteriores de China dijo el viernes que el país no venderá armas a las partes implicadas en la guerra en Ucrania y que regulará la exportación de artículos con un doble uso civil y militar.

Qin Gang respondió así a las preocupaciones de Estados Unidos y otros ante la posibilidad de que China estuviese considerando prestar ayuda militar a Rusia, a quien Beijing ha respaldado política y retóricamente durante el conflicto aunque, formalmente, sostiene que se mantiene neutral.

Qin reiteró la voluntad de su país para ayudar a facilitar las negociaciones para hallar una salida pacífica al conflicto y apuntó que todas las partes deben mantenerse “objetivas y tranquilas”.

Durante una conferencia de prensa con su homóloga alemana Annalena Baerbock, de visita oficial en China, Qin culpó también al gobierno de Taiwán por el aumento de las tensiones regionales, luego de las maniobras militares a gran escala de Beijing en un intento de intimidar a la isla que reclama como parte de su territorio.

Tanto en lo relativo a Ucrania como a Taiwán, Qin recurrió a la habitual defensa de la política china que subraya el rechazo de Beijing a las críticas de Occidente, especialmente de Estados Unidos. Bajo el mando de Xi Jinping, un líder profundamente nacionalista, China ha endurecido su retórica, especialmente sobre Taiwán, que se separó del territorio continental chino en una guerra civil en 1949.