En la era de la movilidad sustentable, la ciclovía de Oaxaca de Juárez, pensada para promover un tránsito seguro y ecológico, se encuentra sumida en el abandono. Durante los últimos meses, ciclistas y ciudadanos han alzado la voz ante el evidente deterioro de la infraestructura destinada exclusivamente al uso de las bicicletas.

Los daños son visibles en varios tramos, donde vehículos particulares invaden los carriles, mientras que la señalética y los delimitadores de la vía no reciben mantenimiento. Sectores clave como el Centro Histórico y la Avenida Universidad han sido testigos de la invasión de la ciclovía por parte de automóviles y comerciantes, quienes utilizan estos espacios para actividades de carga y descarga, obstaculizando el libre tránsito de quienes optan por la bicicleta como medio de transporte.

El abandono es aún más palpable en la calle García Vigil, donde, según denuncias recientes de vecinos, taxistas han retirado los delimitadores de la ciclovía para instalar sitios clandestinos, lo que no solo vulnera el objetivo de la infraestructura, sino que pone en riesgo la seguridad de los ciclistas.

A pesar de los compromisos de la Secretaría de Movilidad (Semovi) de rehabilitar estos espacios, tanto el gobierno municipal como estatal no han tomado medidas concretas para restaurar la ciclovía, que fue parte de una inversión considerable para fomentar la movilidad activa en la ciudad.

Hace tres días, la titular de la Semovi, Yesenia Nolasco Ramírez, compareció ante el Congreso del Estado para presentar el segundo informe del gobernador Salomón Jara, destacando los esfuerzos del gobierno por garantizar una movilidad segura y sostenible. Sin embargo, la ciclovía no fue mencionada, dejando claro que este tema no está en la agenda de las autoridades.

Para los usuarios de la ciclovía, la situación refleja la negligencia de las autoridades frente a un proyecto que, en su momento, representaba una apuesta por una ciudad más inclusiva y segura para ciclistas. Hoy, este espacio se ha convertido en un símbolo de desamparo, pues la falta de mantenimiento y la invasión de vehículos no solo limitan el uso de la bicicleta como medio de transporte, sino que incrementan el riesgo de accidentes.

Los ciclistas hacen un llamado urgente a las autoridades locales y estatales para que inicien el proceso de restauración y establezcan medidas de vigilancia para asegurar que la ciclovía sea respetada por todos. Mientras tanto, la infraestructura sigue en total abandono, un recordatorio de las fallas en la gestión pública y de la necesidad de una intervención inmediata para recuperar la seguridad y funcionalidad de este vital corredor para los ciclistas oaxaqueños.