La decisión de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) de ceder en comodato los diamantes conocidos como Anexos A y B a los Guerreros de Oaxaca por 50 años ha provocado una fuerte reacción de rechazo por parte de los integrantes del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UABJO (STEUABJO).

Los trabajadores del STEUABJO colocaron cartulinas en las instalaciones, denunciando la privatización de los espacios deportivos que durante décadas han sido utilizados por los oaxaqueños. Las autoridades de la UABJO, lideradas por el rector Cristian Carreño López, habrían firmado un comodato con la Fundación Alfredo Harp Helú, lo que implica la privatización de los anexos A y B. La fundación tiene planes para la ampliación del estadio Eduardo Vasconcelos, así como la construcción de una plaza comercial y un estacionamiento.

La controversia no es nueva. El campo A ha sido utilizado como estacionamiento durante los juegos de los Guerreros de Oaxaca, lo que provoca la suspensión de los partidos de las ligas locales a partir de las tres de la tarde. Además, desde 2017, el diamante B ha dejado de ser un campo deportivo debido a la construcción de aulas en su lugar.

Los trabajadores del STEUABJO lamentan esta decisión, argumentando que la capital oaxaqueña carece de lugares adecuados para la práctica del béisbol, conocido como el “rey de los deportes”. La pérdida de estos espacios representa un golpe significativo para la comunidad deportiva local.

La medida ha generado críticas hacia la administración de la UABJO, y especialmente hacia el rector Cristian Carreño López, por priorizar intereses privados sobre el bienestar de los estudiantes y la comunidad. La falta de transparencia y consulta con los afectados agrava aún más la situación, aumentando la desconfianza y el descontento entre los trabajadores y los ciudadanos.

La comunidad universitaria y deportiva espera que las autoridades reconsideren su decisión y busquen alternativas que no impliquen la privatización de estos valiosos espacios públicos. La preservación de los espacios deportivos es crucial para fomentar el deporte y la salud entre los oaxaqueños, y su pérdida sería una grave desventaja para la capital.