Los contagios de dengue en Oaxaca han puesto en aprietos a los pacientes y sus familias. En las salas de emergencia de hospitales públicos, hay quienes han tenido que esperar más de cuatro horas para ser valorados y hasta 20 horas para ser ingresados y asignarles una cama.

El incremento en los casos de dengue ha sido alarmante en todo el país, con un aumento del 360%, según reporta la Secretaría de Salud. A nivel nacional, se han registrado 20,249 casos, lo que ha desbordado la capacidad de los hospitales públicos.

Marta, quien acompañó a su nuera debido a signos de alerta de dengue grave, relató su experiencia: “Llegamos el martes aproximadamente a la 1 de la tarde y le dijeron que no había camas. Desde ahí la han tenido tiradita en el suelo”. La paciente, una mujer de 30 años, llegó al hospital el 2 de julio a las 13:00 horas y fue ingresada casi 24 horas después.

¿Qué es el Dengue Grave?

De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el dengue, al convertirse en hemorrágico, ocasiona sangrados tanto internos como externos y puede llevar a un shock hemorrágico, donde la sangre no fluye adecuadamente a los órganos principales del cuerpo, poniendo en peligro la vida del paciente.

Desde los primeros síntomas, la joven acudió a su médico familiar. Al tercer día de los síntomas tuvo que regresar por signos graves de la enfermedad. El médico le indicó que acudiera al hospital debido a sangrados, dolor abdominal intenso, vómito, fiebre y dolor corporal. Durante la revisión, fue colocada en nivel amarillo del triage, lo que según el IMSS debería haber significado atención en los primeros 30 minutos, algo que no ocurrió.

Un Golpe Económico y Emocional

Para la familia de la joven, el dengue ha sido un duro golpe. Primero enfermó la abuela, luego uno de los nietos, después la mamá y ahora otro niño. Solo la mamá presentó signos graves y tuvo que ser hospitalizada, mientras que el resto superó la enfermedad en casa.

La familia no cuenta con recursos para atención médica particular y ha tenido que esperar “a la buena de Dios”. Marta expresó su desesperación: “Es una cosa terrible porque enfermarse, además de afectar la salud, te desgasta económicamente. Para mover a tu paciente tienes que agarrar taxi y estos te cobran un ojo de la cara. Lo que tenías pal gasto ya te lo gastaste en taxis. Yo voy al día, mi esposo está enfermo, yo ya tengo 60 años. Mi nuera ahorita no puede trabajar. Imagine en la situación en la que estamos, es desesperante”.

Llamado a la Acción

La situación en Oaxaca refleja una crisis de salud pública que requiere atención urgente. Las autoridades deben tomar medidas para aumentar la capacidad hospitalaria y garantizar que los pacientes con dengue reciban la atención necesaria de manera oportuna.