Expertos en temas electorales consideran que algunos puntos de la reforma electoral impulsada por el gobierno federal son viables, pero alertan sobre posibles riesgos para la autonomía del órgano electoral y la concentración del poder político en partidos oficiales.
Rodolfo Valladares García, maestro en derecho político y analista, señaló que uno de los aspectos positivos de la propuesta es la reducción del financiamiento destinado a la estructura política a nivel nacional. “México es uno de los países donde se destina mucho dinero para la organización de las elecciones, para los partidos políticos, órganos electorales locales o bien para los congresos locales y federales. Lo rescatable de esta propuesta es la reducción del costo de la estructura política”, explicó.
Sin embargo, Valladares García advirtió sobre los riesgos que implica eliminar a las minorías políticas mediante la reducción o desaparición de los legisladores plurinominales. Actualmente, estos escaños se distribuyen de acuerdo con el porcentaje de votos obtenidos en las elecciones, lo que permite representación a partidos minoritarios.
El especialista afirmó que, de desaparecer esta figura, los congresos locales y federales quedarían dominados únicamente por los partidos predominantes. “Si Morena gana todos los distritos electorales locales y federales, tendría el control total del Congreso, eliminando la oposición que, aunque limitada, existe actualmente”, agregó.
En este contexto, Valladares subrayó la importancia de socializar la propuesta con todos los sectores de la sociedad para construir una reforma que no afecte la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE) ni dañe la democracia mexicana.
“El INE debe mantener su autonomía y buscar un proceso gradual para disminuir el número de legisladores plurinominales. Además, la desaparición de los órganos electorales locales podría generar ahorros económicos significativos, pero sin violar los derechos políticos electorales de las comunidades indígenas”, concluyó.