En medio de la creciente tensión por las protestas contra la gentrificación en Oaxaca, el gobernador Salomón Jara desató la polémica al comparar la manifestación con la violencia nazi, generando fuertes respuestas por parte de los colectivos de derechos humanos y migrantes involucrados. Ante esta declaración, advirtieron al mandatario sobre la inexistencia de “racismo a la inversa” y refutaron las acusaciones de xenofobia, señalando que varios detenidos pertenecen a proyectos de apoyo a migrantes.
Las críticas del gobernador no solo se centraron en la comparación con la violencia nazi, sino también en desacreditar la manifestación, argumentando que carece de razón y apoyo ciudadano. En respuesta, los defensores insistieron en que las acusaciones de xenofobia son falsas y señalaron a la administración estatal como responsable de limitar el libre tránsito de migrantes.
La tensión aumentó con la detención de seis defensores durante la marcha contra la gentrificación. Los manifestantes, inconformes con el desplazamiento de habitantes por el aumento de costos en vivienda y alimentación, se concentraron en la puerta uno de Ciudad Judicial para protestar contra la detención y el presunto uso excesivo de fuerza por parte de la policía estatal.
Aunque el Ministerio Público liberó a los detenidos, se anunció la continuación de la investigación, lo que mantiene la incertidumbre sobre posibles imputaciones futuras. Las tensiones persisten entre el gobierno y los defensores, dejando en evidencia las discrepancias y la complejidad de los problemas asociados a la gentrificación en Oaxaca.