Un día después de que Adán Augusto López, secretario de Gobernación, afirmara que hay posibilidad de un acuerdo con Grupo México para que el tramo Coatzacoalcos-Medias Aguas pase a manos del Estado mexicano, el conglomerado presidido por Germán Larrea aceptó dialogar con la administración federal.

“A pesar de la ocupación de las instalaciones, la empresa seguirá acudiendo de buena fe a la negociación en busca de un buen acuerdo para ambas partes y mantendrá el servicio de calidad a sus clientes mientras el gobierno federal le permita operar sus trenes y mantener la vía y toda la infraestructura ferroviaria en condiciones óptimas de seguridad”, detalló en un comunicado.
Remarcó que de no llegar a un acuerdo, la ocupación temporal se convertirá en definitiva “en deterioro de la empresa, empleados, clientes y el libre mercado”.

MILENIO buscó a Presidencia y a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que dieran su postura al respecto, pero solo confirmaron que están en el diálogo con el conglomerado.

El sábado 20 de mayo, un día después del decreto, el secretario de Gobernación aseguró que no hay ninguna expropiación y que la toma del tramo es de seguridad nacional porque ahí están las bases militares de Ixtepec, Salina Cruz, Coatzacoalcos y Chontalpa “y desde ahí se hacen trabajos de inteligencia para salvaguardar el espacio aéreo mexicano.