El 22 de marzo, Día Mundial del Agua, las organizaciones que conforman la campaña “Oaxaca sin chatarra” denunciaron el grave impacto que la industria refresquera tiene en la salud pública y el medio ambiente, tanto a nivel global como en el estado de Oaxaca. De acuerdo con las autoridades y ambientalistas, el alto contenido de azúcares y calorías de las bebidas producidas por esta industria, así como su uso desmedido de las aguas nacionales y la contaminación que generan sus envases, la han convertido en una de las principales causas de obesidad, diabetes y otros padecimientos relacionados, además de ser responsable de graves problemas medioambientales.
Las bebidas azucaradas, como los refrescos y jugos, son citadas como una de las principales amenazas para la salud pública, ya que favorecen el aumento de peso y la obesidad, y su consumo excesivo contribuye a la proliferación de enfermedades crónicas como la diabetes. Las organizaciones que promueven la campaña “Oaxaca sin chatarra” alertan sobre los riesgos de esta situación, que no solo afecta la salud, sino que también trae consecuencias para el medio ambiente, especialmente debido a la contaminación plástica generada por los envases de estas bebidas.
En cuanto a la problemática hídrica, Nasario García, del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), advirtió sobre el excesivo consumo de agua por parte de las refresqueras, las cuales, según el ambientalista, contribuyen al desabastecimiento del recurso para la población. García denuncia que el problema no radica en una falta de lluvia o sequía en el estado, sino en el “saqueo” de las aguas nacionales por parte de estas empresas. El exceso de extracción de agua por parte de la industria refresquera ha incrementado la presión sobre los recursos hídricos, agravando la crisis en la región.
Además, según el Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica 2023 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Oaxaca es uno de los estados más afectados por la acumulación de residuos plásticos. La falta de reciclaje adecuado y la gestión ineficaz de estos residuos está llevando a que grandes cantidades de plástico terminen contaminando ríos, mares y suelos, lo que representa un grave riesgo para los ecosistemas locales.
A nivel global, un informe reciente de la organización internacional Oceana ha puesto en evidencia la magnitud de la contaminación plástica generada por la industria refresquera, en particular por The Coca-Cola Company. Según la organización, la empresa podría superar los 4,1 millones de toneladas métricas de plástico al año para 2030, lo que representaría un aumento alarmante respecto a los niveles actuales. Oceana también estima que, para esa misma fecha, alrededor de 602 mil toneladas métricas de envases plásticos de Coca-Cola acabarán en los océanos y ríos, una cantidad equivalente a llenar los estómagos de más de 18 millones de ballenas azules.
El llamado a la acción es claro: las autoridades y las organizaciones ambientalistas instan a una regulación más estricta de la industria refresquera, tanto en términos de su uso de recursos hídricos como en la gestión de sus residuos plásticos. En el Día Mundial del Agua, la crisis ambiental y de salud en Oaxaca y el resto del mundo se hace cada vez más urgente, y es necesario tomar medidas para mitigar los impactos negativos de esta industria.