La potente capacidad de movilización social que el grupo delictivo Los Ardillos exhibió en su ofensiva sobre Chilpancingo es el sustento de un poder político, legislativo y electoral que no solo tiene alcance estatal en Guerrero, sino que a través del PRD aspira a influir en las decisiones de la alianza ‘Va Por México’, en la que también participan el PAN y el PRI.

El perredista Bernardo Ortega Jiménez, que contiende para ser presidente del PRD estatal, ha sido cuatro veces diputado local y además presidente municipal, y cuyos hermanos Celso, Jorge Iván y José Antonio forman el núcleo familiar alrededor del cual se formaron Los Ardillos, ha declarado que su partido “no le dará un cheque en blanco a ‘Va Por México’ ”, pues las candidaturas de la coalición deberán ser definidas con participación de la dirigencia local porque “el PRD-Guerrero es el principal generador de votos (de su partido) a nivel nacional”.

Ortega Jiménez encabeza una de las principales corrientes internas del PRD guerrerense, Movimiento Alternativa Social (MAS), un desprendimiento de la agrupación Nueva Izquierda (apodada “Los Chuchos”) que han dirigido el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, y sus asociados Jesús Ortega y Carlos Navarrete.