Oaxaca, México – Según el Plan de Acción Climática de la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO), elaborado en 2024 con apoyo del Banco Mundial, los 26 municipios que conforman esta región están generando niveles significativos de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Estos gases son responsables de acelerar el calentamiento global y son en su mayoría emitidos por tres sectores clave: el transporte, los residuos y la energía estacionaria.
El informe destaca que el sector del transporte es el mayor contribuyente, con un 52.4% de las emisiones totales de GEI, seguido por los residuos con un 29.5% y la energía estacionaria, asociada principalmente al consumo de electricidad, con un 15.2%. Este panorama no solo refleja una creciente preocupación ambiental, sino también las serias implicaciones que enfrentan los municipios en términos de salud y sostenibilidad.
El aumento de las emisiones de GEI se ha visto reflejado en la reciente intensificación de las temperaturas en la región. Las altas temperaturas han incrementado los riesgos de incendios forestales y de pastizales, mientras que el estiaje, que comenzó en noviembre, ha empeorado la escasez de agua potable en la zona. Estos efectos son la manifestación de un fenómeno global: el cambio climático inducido por las actividades humanas.
El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) explica que los GEI contribuyen al aumento de la temperatura en la superficie terrestre al interactuar con la energía proveniente del sol. Aunque los GEI se producen de forma natural a través de procesos como la evaporación del agua o la respiración de los seres vivos, su concentración ha aumentado drásticamente desde la Revolución Industrial debido a la quema de combustibles fósiles y la deforestación.
Este panorama subraya la necesidad urgente de implementar medidas eficaces para reducir las emisiones de GEI en la ZMO y mitigar sus efectos en la salud, la economía y el medio ambiente. Las autoridades y expertos coinciden en la importancia de promover un cambio en los sectores clave responsables, para garantizar un futuro más sostenible y resiliente ante los efectos del cambio climático.