Oaxaca, México. De acuerdo con el más reciente Informe sobre la pobreza y rezago social de la Secretaría de Bienestar federal, 66 de cada 100 habitantes en el estado de Oaxaca viven sin acceso a servicios de salud. Este alarmante dato resalta una de las principales carencias que afectan a la población oaxaqueña, que, además, enfrenta otras dificultades que impactan su calidad de vida, como la falta de agua potable y el carente sistema de drenaje sanitario en muchas comunidades.
El informe, publicado en enero de 2025, señala que el 65.7% de los habitantes de Oaxaca (aproximadamente 2.7 millones de personas) no tiene acceso a servicios de salud. Esta cifra supera considerablemente el promedio nacional, donde el 39% de la población se encuentra en la misma situación. Para el año 2024, se estiman 4 millones 308 mil 543 habitantes en el estado, lo que pone en evidencia la magnitud del rezago.
A esta crisis de salud se suma una grave deficiencia en servicios básicos, como agua potable y drenaje. Según los datos proporcionados, el 55% de las viviendas en Oaxaca carecen de estos servicios esenciales, lo que afecta el bienestar de miles de familias que no pueden garantizar condiciones higiénicas adecuadas para su salud y calidad de vida. La falta de agua potable y drenaje no solo pone en riesgo la salud física, sino también limita el acceso a un entorno limpio y seguro para la convivencia.
Este 7 de abril, al conmemorarse el Día Mundial de la Salud, se destaca la importancia de reflexionar sobre las desigualdades en el acceso a los servicios de salud y cómo estas afectan a las poblaciones más vulnerables. La fecha, instaurada en 1948 para celebrar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene como propósito sensibilizar sobre los desafíos globales en materia de salud. A nivel mundial, se estima que 3 de cada 10 personas no tienen acceso a servicios de salud, un problema que afecta especialmente a los más necesitados.
Por otro lado, organizaciones como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han señalado que la falta de acceso al agua potable tiene un impacto directo en la salud, nutrición y educación, especialmente en mujeres, niños y niñas, así como en personas con discapacidad. La ONU también ha establecido entre sus Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 la meta de garantizar el acceso a agua potable segura y asequible para todos, un compromiso crucial para mejorar las condiciones de vida en lugares como Oaxaca.
La situación en Oaxaca pone en evidencia la urgente necesidad de políticas públicas que aborden estas carencias y brinden soluciones sostenibles para garantizar el acceso a servicios de salud y básicos para toda la población, en un contexto de desigualdad que afecta a las comunidades más marginadas.