En los últimos seis años, el estado de Oaxaca ha experimentado un crecimiento considerable en el número de vehículos en circulación. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el número de automóviles particulares o privados pasó de 237,835 unidades en 2017 a 476,803 en 2023, lo que representa una duplicación de la cifra. Además, el número de motocicletas también aumentó notablemente, triplicándose al pasar de 103,746 a 295,176 unidades en el mismo período.
Sin embargo, no todo ha sido un aumento en la cantidad de vehículos. En contraste, el número de camiones de pasajeros ha mostrado un crecimiento modesto. En 2017 había 4,149 unidades en circulación, y para 2023 solo se registraron 4,806, lo que implica un incremento de solo 15.8%. En algunos años, incluso se registraron disminuciones en este tipo de vehículos, como en 2021, cuando se redujo a 4,784 unidades.
En total, en el estado de Oaxaca circulan 1,094,900 vehículos, lo que equivale a poco más de una cuarta parte de la población estatal, estimada en 4.2 millones de habitantes. Esto indica que, en promedio, cada habitante del estado posee un automóvil. El aumento total de vehículos de motor en los últimos seis años es de un 98.2%, al pasar de 552,387 unidades en 2017 a más de un millón en 2023.
Este notable incremento en el parque vehicular ha generado diversos desafíos en términos de movilidad y medio ambiente. En la ciudad de Oaxaca, los problemas de tráfico se han intensificado, especialmente durante las horas pico o cuando las vialidades son afectadas por obras de bacheo o repavimentación. Además, la dificultad para encontrar estacionamiento, tanto en la vía pública como en estacionamientos de cobro, ha aumentado significativamente.
Para abordar parte de estos problemas, la administración municipal incluyó el cobro de parquímetros en su Ley de Ingresos para este año. Sin embargo, la implementación de esta medida aún no ha sido aprobada por el cabildo, y no se ha especificado una fecha para su ejecución.
El aumento en la cantidad de vehículos particulares y motocicletas, junto con el estancamiento en el crecimiento del transporte público, plantea importantes retos para la gestión del tránsito y la sostenibilidad en la región.