El Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Juan Bautista Tuxtepec ha logrado una significativa reducción en su población penitenciaria, pasando de albergar más de mil reclusos en 2021 a solo 350 en la actualidad, según informó el director del penal, David Ulises Arias Mayorga. Este logro es el resultado de un programa de “despresurización” implementado para mejorar las condiciones dentro del penal, que anteriormente se encontraba en estado de hacinamiento extremo.
El director Arias Mayorga detalló que este cambio fue posible gracias a la colaboración de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y el Poder Judicial, que facilitaron la liberación de reclusos mediante el pago de reparaciones y el cumplimiento de los tiempos legales para obtener beneficios de libertad.
“Es falso que exista hacinamiento en el Penal de Tuxtepec. Actualmente, la población está controlada y la mayoría de los internos cumplen sentencias por delitos menores. Aquellos procesados por delitos graves han sido trasladados a otros centros penitenciarios de la entidad”, declaró Arias Mayorga. Además, afirmó que, aunque la población penitenciaria ha aumentado ligeramente en 2024, con un pico de 312 personas a principios de año, el penal se mantiene dentro de un rango que permite evitar la aglomeración.
El Cereso ha implementado programas obligatorios para que cada interno aprenda un oficio, como la carpintería, tejido de hamacas, y tallado de madera, con el objetivo de facilitar su readaptación social una vez cumplidas sus condenas.
Hasta 2021, el penal de Tuxtepec enfrentaba condiciones críticas, con más de mil reclusos viviendo en situaciones infrahumanas. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de despresurización y los programas de reintegración, la situación ha mejorado notablemente, convirtiendo al penal en un ejemplo de gestión penitenciaria en la región.