Oaxaca, Oax. – La reciente decisión del comisariado de Bienes Comunales de la agencia San Felipe del Agua de limitar el acceso al cerro de esta comunidad ha desatado una serie de reacciones encontradas. Mientras algunos respaldan la medida como una protección al medio ambiente, otros la critican por considerarla autoritaria e injustificada.
Nasario García, ambientalista y miembro del Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO), ha defendido la iniciativa, señalando que es una medida necesaria para evitar incendios forestales y saqueos, problemas que afectan gravemente la zona. García destacó que, aunque pueda parecer una acción severa, “es la mejor solución para evitar la destrucción de nuestros bosques por una sociedad inconsciente”.
La restricción, anunciada mediante letreros colocados en una cerca con candados, indica que el paso al cerro está prohibido por acuerdo de la asamblea de comuneros. Además, advierte que se sancionará a quienes sean sorprendidos ingresando al área sin autorización.
El ambientalista también mencionó que, al recorrer otras regiones del estado como la Sierra Sur, ha observado que los bosques están siendo “exterminados por explotación irracional y contaminación”. Por esta razón, reiteró su apoyo a la decisión tomada por el comisariado de San Felipe del Agua.
Sin embargo, la medida ha sido objeto de críticas, especialmente por parte de un grupo de ciclistas que denunciaron haber sido intimidados y multados por ingresar al cerro sin saber que se necesitaba permiso. Aseguran que, a pesar de haber pagado a autoridades de la agencia Donají, fueron sorprendidos con una solicitud de miles de pesos por parte del comisariado.
En respuesta a estas acusaciones, el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Raymundo Chagoya Villanueva, expresó que el municipio respeta la autoridad agraria, pero mostró dudas sobre la veracidad de los cobros realizados a los ciclistas.
La restricción sigue vigente, en medio de un clima de tensión, tras el reciente incendio forestal ocurrido hace un mes cerca del Parque Nacional Benito Juárez, en los límites de las agencias Donají y San Felipe del Agua. En ese entonces, 250 comuneros y voluntarios, junto con elementos de Protección Civil, brigadistas de la Comisión Estatal Forestal (Coesfo), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor), trabajaron en conjunto para controlar el siniestro.
La situación refleja una creciente preocupación por la protección del medio ambiente en Oaxaca, aunque también pone de manifiesto la complejidad de las relaciones entre las autoridades comunales y la sociedad civil.