San Pedro Molinos, Oax.- En un evento cargado de tradición y esperanza, este jueves 1 de mayo, la comunidad de San Pedro Molinos, en la Mixteca oaxaqueña, celebró su ancestral ceremonia para solicitar la lluvia, buenas cosechas y abundancia. A través de una serie de rituales y festividades, los habitantes reafirmaron su conexión con la tierra y sus costumbres más profundas.

La jornada comenzó con una misa de acción de gracias, seguida de la bendición y colocación de la cruz en la “cueva mágica”, un lugar de gran significado para los pobladores. La festividad continuó con una comida comunitaria y la destacada participación de los maromeros, quienes con su danza tradicional llenaron de energía el ambiente.

Laurencio Ortiz Ortiz, presidente municipal, destacó la importancia de esta tradición, señalando que no solo se trata de un acto de fe, sino también de una oportunidad para unir a los pueblos de la región en un esfuerzo colectivo por preservar la vida agrícola. “Es una tradición de muchos años, se busca conservar y que las nuevas generaciones guarden estos rituales y las fiestas de este pueblo mixteco”, comentó.

Por su parte, Mateo Gómez López, comisariado de Bienes Comunales, subrayó la relevancia de esta práctica en la vida de los habitantes de Molinos. “Nos resta, como habitantes, sumar y apoyar para que estas tradiciones no se pierdan y no se olviden, además de que son costumbres que nos dan identidad como pueblos originarios y de la Mixteca”, expresó.

Uno de los momentos más esperados fue la danza de los maromeros, organizada por Abel Guzmán Vásquez, exalcalde y encargado del grupo. La danza, que involucra a figuras como la Marota, el Chivato, los payasos y los danzantes, fue una de las principales expresiones de la jornada. Los participantes, al ritmo de la música y sosteniendo un báculo largo, ejecutaron movimientos que representan la fertilidad, la lluvia y la esperanza de una cosecha abundante.

“Es el anuncio de las lluvias, la fertilidad y comenzar la actividad del campo con la fe y la esperanza de que el clima provea y haya mucha milpa y maíz en este temporal”, señaló Guzmán Vásquez.

La festividad, llena de orgullo por las costumbres locales, culminó con la magia de la naturaleza. La lluvia, tan esperada, cayó sobre la región, dando esperanza a los habitantes de que este será un buen año para los cultivos y la tierra, bendecida para proveer de maíz a los pueblos de la Mixteca oaxaqueña.