“Tenemos que encontrar un cabrón que nos diga que le dio lana a Jorge Castillo” … Dicen que esas fueron las palabras que Pepe Murat expresó cuando su hijo comenzó a perseguir a exfuncionarios de la administración de Gabino Cué.

Hoy, la historia se repite, pero con su propia gente. En Palacio Estatal se preguntan quién puede señalar al exgobernador o ex secretarios de corruptos. No creo que tengan sus firmas en documentos incriminatorios, pero pueden conseguir testigos…Así atoraron a Lozoya.

Al señor de Polanco no le debe gustar que su ahijado esté en la cárcel, o que sus compadres estén de pelada y bajo investigación. Qué pasaría si se van sobre Juan Carlos Márquez., uno de los amiguitos de Alejandro desde que iban en la secundaria, o bien, que atoraran a cualquier otro mexiquense. Así, créanme que le van a quitar las ganas a la Fundación Colosio de estar “centaveando” al magisterio.

En fin, para todo hay niveles… Y al parecer, Murat prefiere proteger más a los Yupis que a priistas oaxaqueños de vieja militancia, como a Germán Espinoza, ex secretario de administración, o Paco Villarreal quien tiene los reflectores del gobierno del estado encima. 

Y no nos hagamos tontos, Paco, aunque amigo del viejo, dicen que nomás lo utilizó para saquear el IEEPO mientras le daba de tragar atole con el mismo dedo que eligió al Triple AAA para ocupar la candidatura del PRI.

Hoy, Paco es señalado directamente por Salomón y Emilio Montero… Lo que se robó ya es conocido, lo que más bien sorprende es el descaro, ¿Cómo te gastas 60 millones en fumigar escuelas?

En fin, muchos dicen que anda de pelada, pero a través de su ex vocero Carlos Hernández Villalobos, y su abogado y hermano, Saúl Ángel Villarreal, todavía sigue con las intenciones de apoderarse del PRI.

Antes decíamos que la Fundación Colosio tiene la última palabra para decidir quién se queda el frente. Nomás que, al tratarse de Paco, la decisión más bien la tiene la Fiscalía…

A Paco pueden perseguirlo por múltiples delitos, y curiosamente, a su abogado y hermano, le pueden poner un estate quieto nomás con señalarlo de despojo de propiedades en el centro histórico, o bien, revivirle un expediente por homicidio, que él sabe que cometió. 

Además, ¿Paco no traicionaría al viejo?… no sé, pero de ser una promesa de candidato a gobernador a convertirse en un procesado por corrupción, se abre un gran espacio para que juegue la traición.