El presidente logró tener un INE más permisivo. Logró anular el INAI. Y además, aunque por todos lados se diga lo contrario, está logrando lo que quería con el Plan B de la reforma electoral… No sé si lo sepan, pero el ministro Pérez Dayan, a quien le aplauden haber echado abajo la primera parte del Plan B, hace algún tiempo invalidó otra reforma constitucional bajo el mismo pretexto de violaciones al proceso legislativo. Lo curioso en estos proyectos del ministro, es que las reformas son anuladas, pero ¡NO DECLARAN SI LAS ANTERIORES LEYES CONTINÚAN VIGENTES!

Es decir, el Plan B buscaba modificar las leyes de comunicación social, no lo consiguió, pero consiguió tener un vacío legal que les permitiría moverse a sus anchas. ¿Cómo se evitaría? La Corte tendría que declarar la vigencia de las anteriores leyes, ¡pero no lo hizo!

¿Qué significa todo esto? Qué el control del oficialismo sobre las futuras elecciones lo tendrá bajo extremo control. Y eso, Adán Augusto lo tiene bien claro. Con un panorama así, no importa que no sea el puntero en las encuestas, puede ser perfectamente un candidato, pero tendría que convencer al presidente. Ahora imagínense que a Marcelo le juegan chueco en las encuestas, ¿ustedes lo ven alzándole la mano a Claudia? Yo no. Yo lo veo más como un líder moral de la oposición. Nomás que si los chismes del control de gobernadores son ciertos, ¿será que Marcelo lograría imponerse ante el presidente?

La cosa está cabrona, pero la posibilidad de que Claudia no sea la candidata radica sobre el control del oficialismo en las elecciones. Que como les expliqué, ya lo tienen.

¿Con quién deben jugar entonces sus cartas los aspirantes a la senaduría y a diputaciones federales? Tienen que empezar a jugársela. Ya tienen que levantarle la mano a Salomón como él dice. ¿Pero para como están las cosas, será que veremos a Benjamín Robles peleando una presidencia municipal por una negativa a participar hacia el senado? ¿Ocurriría lo mismo con Jesús Romero? ¿Qué pasaría con los demás entonces? ¿Buscarían hueso en una diputación? o ¿en el gabinete federal?…

Y en el otro lado de la historia juega el PRI con pleitos por su presidencia y por la primera minoría en el Senado. Además, Alito se quedó con el control hasta 2024, lo que implica que Alejandro Murat se vaya de “pluri” a representar al Cártel del Despojo en la Cámara Alta. Luego, puede que Avilés logre acomodarse, implicando que en el senado, exista más representación criminal, que popular.

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