Una inesperada caravana de aproximadamente 800 migrantes, en su mayoría venezolanos, irrumpió en el territorio oaxaqueño el pasado jueves 2 de mayo, llegando sorpresivamente a la ciudad de Matías Romero, en el Istmo de Tehuantepec. Las familias migrantes buscaron refugio en el campo deportivo Emiliano Zapata, instalando casas de campaña y utilizando cartones para descansar en su travesía hacia la frontera norte de México.
Este suceso tomó desprevenidas a las autoridades migratorias y de la Guardia Nacional, quienes estaban focalizadas en el Viacrucis del Migrante que se dirigía hacia Miahuatlán, en la Sierra Sur. Se espera que para mañana martes, los migrantes de esta nueva caravana continúen su recorrido hacia el poblado veracruzano de Medias Aguas, donde convergen los trenes que avanzan hacia el centro del país.
Mientras tanto, otra caravana compuesta por 500 migrantes sigue su camino hacia la capital oaxaqueña, mientras que centenares de personas más, enfrentando el riesgo de atropellos, avanzan a pie desde el poblado Los Corazones de San Pedro Tapanatepec, con la esperanza de alcanzar la ciudad de Oaxaca.