La Comisión Electoral del Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado e Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca (STPEIDCEO) decidió anular la elección para la renovación de la dirigencia, realizada el pasado 10 de diciembre, debido a una serie de irregularidades que empañaron el proceso. Entre las denuncias más graves se encuentran el robo de urnas y el desorden en las sedes de votación, lo que llevó a la Comisión a no validar los resultados.

El proceso electoral se vio marcado por un fuerte ambiente de confrontación entre dos de las planillas más populares: la blanca y la rosa. La situación se intensificó cuando se registraron actos de violencia en las instalaciones del Sistema DIF Oaxaca, donde se reportaron robos y hasta la quema de urnas. Además, se dieron casos similares en otros puntos como el Registro Civil, sumándose a la tardía entrega de casillas foráneas y la alteración de las mismas en varias sedes.

A pesar de los esfuerzos de la actual dirigencia para garantizar un proceso electoral pacífico y seguro, la Comisión Electoral no encontró las condiciones necesarias para asegurar una elección transparente y libre de manipulaciones. A raíz de esto, se determinó la reprogramación de la elección con nuevas medidas que aseguren la seguridad, la transparencia y la estabilidad del proceso.

En medio de esta controversia, los candidatos de las planillas blanca y rosa expresaron su desacuerdo con un decreto aprobado por el Congreso local, que revoca las plazas de más de mil 400 trabajadores del Gobierno estatal. Ambos grupos acusaron que las plazas fueron entregadas de manera irregular durante las administraciones de los dos sexenios anteriores. Ante este panorama, cientos de burócratas tomaron la decisión de cerrar durante varias horas los accesos a Ciudad Administrativa en protesta por lo que consideran una violación a los derechos laborales de los trabajadores.

La decisión de invalidar las elecciones y la reciente revocación de plazas por parte del Congreso continúan alimentando el conflicto sindical y laboral en Oaxaca, con la expectativa de que la reprogramación de la elección se lleve a cabo en un ambiente de mayor transparencia y seguridad.